sábado, 5 de noviembre de 2011


Hoy he estado sentada en un parque sola, el parque estaba rodeado de niños que jugaban, reían, lloraban por una raspadura en su rodilla.. Las madres los regañaban por ensuciarse en la tierra, por alejarse mucho. Me imagine cada una de sus vidas, de la gente que observaba. Sus tristezas, sus alegrías. Me pase toda la tarde, sentada en una banca, observando. Un chico se sentó a mi lado, no le preste mucha atención. Hasta que me dijo: "Es difícil cuidar a tu hermano, si es muy inquieto, se mueve mucho y tengo que andar detrás de el siempre", yo sonreí y le respondí "Creo que hay que dejar que sea feliz, que juegue, que conozca nuevas experiencias.. tu debes cuidarlo cuando llegue el momento, cuando tengas que cerrarle una herida, que lo haga sufrir", el chico me observo un segundo y contesto "Tienes razón, no debo preocuparme por si lo esta pasando bien, sino por cuando lo pase mal y necesite mi ayuda" en ese momento su hermano pequeño le grito que debía apurarse, que lo acompañara, él se levanto y se fue con el pequeño, sin mirar a tras. Así me quede pensando, y seguir imaginando sus vidas..

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